domingo, 8 de marzo de 2009

Breve ensayo tras la lectura de Las tres ecologías de Félix Guattari.

me perdonarán el lenguaje coloquial, pero me coge en un momento de mi carrera en el que estoy cansado de los enredos orales que usan algunos profesores para parecer formadísimos académicos. Entonces, si no soy capaz de transmitir lo que comprendí del texto de Guattari de una forma sencilla, prefiero que me consideren burro y negado, a hacer lo que muy probablemente hará la mayoría de los estudiantes, parafrasear sin comprender.
Obviamente tratando de no demeritar los términos utilizados por Guattari, los usaré cuando sea necesario para que yo logre transmitir lo que pienso (al fin y al cabo invirtió suficiente tiempo buscando las palabras apropiadas, quién soy yo para redefinir sus conceptos).
En primer lugar, es importante definir de antemano los límites de este texto, para quitarle pretensiones y aclarar lo que espero de el. Yo, joven en el mundo de las letras, y muy inculto en cuestiones de filosofía, no puedo realizar un análisis profundo sobre la producción de Guattari, ni mucho menos contradecirlo o profundizar en su obra. La intención de este texto es mucho mas inocente, como sabemos los lectores apasionados, luego de una buena lectura es necesario el dialogo, y preferiblemente escribir algo, lo que sea. Pues en el proceso de escribir se ordenan las ideas, se termina de comprender, en otras palabras se realiza un dialogo interno y con el texto. Ése es el fin último de este texto, asimilar la lectura de “Las tres ecologías”. Es claro que mi interpretación será sesgada, pero asimismo es claro que ustedes lo comprenden, lo esperan y espero que aún así continuen la lectura.
La primera pregunta que me surge al enfrentarme al texto es acerca de las tres ecologías, pues he oído nombrar el nuevo paradigma de la ecología profunda, la ecología superficial, y en sus versiones más sesgadas (precisamente en una electiva de la facultad de estudios ambientales y rurales, materia dictada por una “ecóloga”) desde su perspectiva puramente biológica y cientifísta la ecología reduccionista y la ecología holística. (Yo sé que ella usó el término un poco a la ligera)
Las tres ecologías son la ecología social, la ecología medioambiental y la ecología mental o de la subjetividad humana, comprendidas, no por separado, sino articuladas en un concepto acuñado por Guattari, la ecosofía (desde un enfoque político, ético y cultural), todo esto enfocado en una evaluación sobre la forma en que se vive actualmente, y una propuesta de revolución global de cambio para no perdernos o matarnos en el camino.
Entender que estamos en un momento de profundas transformaciones tecnológicas y científicas, y que esto ha desencadenado en una inestabilidad medioambiental y en general ecológica (teniendo la noción de ecología de Guattari) es algo que se lleva dando desde hace unas buenas décadas, probablemente se haya iniciado esta reflexión en tiempos de Guattari. Ahora, que no solo se reconoce ese estado del mundo (incluyendo la pérdida de subjetividad, y la enorme tendencia a la homogenización) sino que evalúa el modelo económico, político y social, y sus relaciones con el medio ambiente, de una forma en la que reconoce la importancia de rescatar a través de una revolución global, las subjetividades, tanto cultural, como social y políticamente.
Ahí el enfoque de las tres ecologías. Esa ecosofía se desarrolla en el texto explicando por separado los cambios que se deben dar en cada una de estas, aunque no por explicarlo por aparte se omita la relación que existe entre ellas.
La ecología mental ha de cambiar en el sentido actual de la relación que tenemos con el cuerpo, desde la moda, la uniformación física, y la comprensión del mundo a través de nuestro cuerpo.
La ecología social ha de reevaluar y cambiar las relaciones de poder, evitar el “capitalismo mundial integrado”, donde se valoren las diferentes culturas, los diferentes significados y lenguajes. Donde las individualidades sean ciertas, y no una ilusión que nos producen los medios masivos.
Y la ecología ambiental, ha de cambiar fuertemente la relación que tenemos con los bienes, los recursos y los territorios y reasignar una jerarquía que no valore más los bienes materiales por su valor de cambio, que los bienes culturales o naturales.
Ahora, que aunque sutilmente yo creo que esto se está empezando a manifestar, desde la nueva moda de la sostenibilidad ambiental, se está dando una suave tendencia a comprender al menos uno de estos tres pilares de cambio que tenemos que alcanzar.
Me encanta ver que la subjetivación es un tema central en Guattari, llevo un par de años pensando en la importancia de esta, y de la intuición, cosa que me ha costado enormemente poner en palabras, y estructurar de una forma que me suene convincente hasta para mi.
Pero sí, es importante desconectarse un poco del paradigma cientifista, del concepto actual de desarrollo, y buscar (en palabras de Guattari) que ”…su forma de actuar se aproxi¬mará más a la del artista que a la de los profesionales «psy», siempre obsesionados por un ideal caduco de cientificidad.”
Finalmente, queda decir, que aunque el texto de Guattari contiene mucho más, este es un asomo de lo que comprendí, de una forma impresionantemente sintetizada. (porque creo, que si no soy capaz de sintetizar, no entendí)

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